
La Santísima Virgen de los Dolores ha contado con varios pasos a lo largo de la historia, el primero fue realizado por D. Antonio de la Rosa Delgado, hermano de la hermandad. Este paso tenía trabajaderas para 24 costaleros, puesto que las dimensiones de la puerta de salida no eran suficientes para poder salir con un paso de mayores envergaduras.
Este paso contaba con los respiraderos en madera, los candelabros donados por la parroquia y los varales, casi totalmente lisos a excepción de las macollas y las perillas que remataban el varal fueron realizados en los talleres de Villareal ubicados en la Calle Alfarería (Triana). Además, contaba con los faldones y bambalinas de terciopelo negro que aún podemos ver en algunos altares de culto.
El segundo paso, fue realizado gracias a la construcción de una nueva puerta en la iglesia, por lo que la junta de entonces decidió realizar un paso nuevo de mayores dimensiones y realizar una peana, candelabros y respiraderos repujados pertenecientes ya a la hermandad, estos candelabros fueron posibles gracias nuevamente a la donación de todos los hermanos y debido a ello en cada candelabro y en la peana está inscrito el nombre de cada persona que lo donó. A este palio se le establecieron bambalinas de terciopelo azul oscuro y faldones de terciopelo negro.
Finalmente, al tercer y actual paso se le añadió el repujado de los valares por el taller de Villareal y el bordado del techo del palio y bambalinas todo ello bordado en oro sobre malla de bolillos y terciopelo de lyon negro por los talleres de Benjamín Pérez en Bollullos de la Mitación.